Dicen, por ahí, que los portugueses y los españoles tienen em si mismos todas las diferencias y las igualdades que caben en dos mundos. Dos mundos aparentemente tan distintos y que hacen, desde que estoy aquí, que busque aún mas diferencias y igualdades para que me pueda sentir parte de un sitio que, poco a poco, se va tornando mío.
En Cáritas, encontré todas las semejanzas, encontré en todos, especialmente en los niños, que no importa de donde venimos, quien somos. Lo que sí importa es lo que tenemos para dar, de corazón, detrás de un gesto, de un cariño, de una sonrisa. Son dos horas y media, casi todos los días, de juguetes, de tareas, de minutos desinteresados para que lo pasemos bien. Es esta la magia de Cáritas: todos estamos ahí, iguales, yo como parte de ellos y ellos como parte de mi.Y son los niños, ciudadanos del mundo, que hacen, todos los días, poco a poco, que crezca, que vea que sí, que por su energía, por su simplicidad, por su entrega, merece la pena que esté aquí.
Sem comentários:
Enviar um comentário